Vivimos en una era en la que reina la conectividad, una fuerza transformadora que sustenta el tejido mismo de la sociedad del siglo XXI. El principio de conectividad, arraigado en las infraestructuras digitales, está reconfigurando nuestros estilos de vida, dinámicas de trabajo y modelos económicos. La fusión de las dimensiones real y digital está dando lugar a nuevos paradigmas de diseño que responden a las necesidades de la sociedad al tiempo que atraen a los usuarios mediante una conectividad y una desconexión equilibradas. A medida que el mercado del software de RA y las gafas inteligentes se expande exponencialmente, la personalización sin fisuras y la interacción hombre-máquina adquieren protagonismo, impulsándonos hacia un futuro digital cautivador. Para 2028, se prevé que el mercado del software de realidad aumentada alcance la asombrosa cifra de 137 140 millones de dólares (fuente: PR Newswire), mientras que se prevé que las gafas inteligentes alcancen un valor de mercado de 12 760 millones de dólares para 2030 (fuente: Grandview Research).